Hola, amigos de la danza
Os voy a contar una situación que me ha pasado más veces de la que me gustaría; Un día cualquiera entran en la academia un papa y una mama, acompañados por sus hijos. La nena quiere apuntarse a danza y los papas encantados preguntan turnos, precios y se informan con mucho detalle, de repente el nene dice que él también quiere bailar, se produce una mirada incomoda, y se sentencia con un “esto no es para nenes, es para tu hermana”.
Por supuesto es una dramatización, pero ha sucedido, y con diferentes variantes. Teníamos el caso de los papas que apuntaban al niño cuando era pequeño, pero que en cuanto crecía, había que borrarlo y apuntarlo a futbol o cualquier otro deporte más masculino. Hemos tenido que “sufrir” con algunos alumnos que han desistido de sus clases de danza, porque en el colegio sufrían burlas demasiado crueles.
Pero afortunadamente las cosas están cambiando, ha sido un cambio sutil, que se ha producido poco a poco, pero que ha llevado a un aumento considerables de alumnos en nuestras aulas. Por fin traen a los niños a bailar, se ha perdido ese perjuicio sobre que la danza era solo para niñas, se está notando ese cambio por parte de los padres que tienen otra visión de los roles de niños y niñas.
Y eso nos alegra muchísimo por ellos, porque cuando a un niño le gusta la danza, la cara de alegría que pone es la misma que la de una niña, no hay distinción. Y te partía el alma cuando les oías decir “esto no es para ti”.
Y aunque reciben las clases juntos, porque las clases de danza son para chicas y para chicos este año al tener más alumnos nuevos, hemos podido abrir un grupo solo para ellos, hemos podido abrir un grupo de “técnicas de ballon”.
Suena extraño ¿verdad? Para explicaros esta técnica tenemos que remontarnos al reinado de Luis XIV, que era un gran apasionado de la danza, se creó la Real Academia de la Música y la Danza, lo cual daría impulso al desarrollo del ballet profesional, pues en ella se establecieron las primeras reglas de lo que hoy se conoce como danza académica, establecidas por los maestros, encabezados por Pierre Beauchamps. Uno de sus colaboradores fue Claude Balon, bailarín y coreógrafo de altísima reputación. Su nombre está asociado al término “ballon”, que entre los bailarines expresa la capacidad para quedar suspendido en un salto por un instante y caer luego suave y elásticamente.
Es curioso que al remontarnos en la historia nos encontramos con que en los albores de la danza era básicamente masculina, solamente los hombres tenían acceso al gran ballet de corte. Si bailaban las mujeres lo hacían sola, y era muy raro ver espectáculos en los que bailaban hombres y mujeres juntos. Con el paso del tiempo la danza se convirtió a ojos del público en algo eminentemente femenino.
Pero no quiero desviarme del tema, el motivo de estas clases es por qué trabajamos sobre todo la potencia de salto y la técnica de salto, la batería, los allegros. Algunas de nuestras alumnas de clásico avanzado vienen a estas clases para coger fuerza porque viene muy bien saltar mucho y trabajar la batería y los allegros por que se coge mucha fuerza.
Estamos muy contentas porque a los chicos por fin se les valora y se les ayuda, se les permite acceder con mucha más facilidad a la danza. Estamos muy felices con nuestros chicos, hay pequeñitos que todavía no pueden venir a esta clase, pero ya llegará, es muy importante tener una base generacional para que pueda existir futuro.
Y con esta felicidad me despido de vosotros, hasta el próximo post.
Mónica Montañana.